Igualdad de derechos. Sí. Y tanto. ¿Igualdad de sexos?, ¿Qué es eso? Quien me puede explicar que significa ser igual que alguien que es diferente a ti? Uy, igual…¿igual no tiene sentido? Yo no quiero ser igual. No quiero ser igual que un hombre, no quiero ser igual que la modelo del anuncio, no quiero que mi coche sea igual de bueno que el coche de mi vecino ni querer a mi pareja igual que quería a la anterior. Quiero saber aceptar, disfrutar y desarrollar al máximo todo lo que tengo. Desencadenar el enorme potencial que tengo, sin mirar a el de al lado, sin encasillarme a mi misma por ser mujer/del este/ de pueblo/ del medio/ demasiado joven/ demasiado vieja, esperando a que me crezca el pito. NO. No amiga, no necesitas el pito para poder “sacar los huevos”. Necesitas creértelo. Deja ya de excusarte de que como los 6 directivos de tu empresa son hombres, tu tendrás que morir siendo don nadie. Deja el “cómo no” y piensa en “cómo sí” y créete alguien suficiente para lo que te propongas. Y esfuérzate. Y esfuérzate mucho. Y sal de tu zona de confort. Y esfuérzate. Porque no hay nada más bonito que la gente que SÍ. Que sí puede, que sí intenta, que sí arriesga, que sí se atreve a equivocarse.
Qué más da si el 8 de marzo te vistes de rojo o de azul y haces una hora de huelga, revolviéndote con tus colegas en las penas de ser una pobre mujer, si al día siguiente vas a actuar como tu primera enemiga porque TÚ eres la primera que se cree inferior. Tú. No ellos.
Vivo en España desde hace tres años. Desde el primer día escuché que es un país machista (no me sorprendió la noticia porque a mi país católico no le falta de nada en ese aspecto).
Si me preguntas si durante estos tres años he visto la gente actuando de forma machista, te diré que sí, lo he visto. Si me preguntas cuántas de esas personas eran hombres, te vas a sorprender.
El origen del machismo es creerse superior. Y ¿quiénes son los que aumentan las ideologías en este mundo? Los que se lo creen. Los discípulos. Si tú te lo crees mujer, si te sientes inferior, si te impresiona llevar la contraria a tus compañeros en público, si te pones al servicio continuo de tu pareja buscando en eso tu reivindicación como mujer, y acabas el día amargada con esa maldita frase de “claro, como soy mujer…”, si haces eso, ¿quién es el machista en realidad? ¿Ellos o tú misma?, ¿Son ellos o tu propia mente?
Yo me siento privilegiada de ser una mujer. Y siento que tengo mucho para hacer y mucho para dar de mí en esta vida. Y mucho para luchar. Pero en vez de amargarme quiero disfrutar el reto. Porque las mujeres somos luchadoras y las mujeres somos más complejas, y más bonitas, y vemos más, tenemos más sensaciones, somos más fuertes, damos vida. Si lo piensas, las mujeres somos más grandes. Pero solamente lo somos cuando nos lo creemos. Y créeme, ellos ya lo saben. Ahora tienes que creértelo TÚ.
Feliz día de la mujer.
la Grusky
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