12 de abril, un domingo lluvioso, hace 5 años. Llegué a España para quedarme. Aunque en aquel momento pensaba que solo iban a ser unos 10 meses que suponía durar la baja maternal que venía a cubrir. Yo, apenas hablando español, viniendo de Londres, casi recién salida del horno universitario, no conocía a nadie. Pero, sobre todo, no conocía a mí misma. Para un buen comienzo, de vecinos me tocaron unos mafiosos rusos y sus celosas novias, muy locas. Muy loco todo. También me tocó el verano más caluroso desde el año 1915 y la falta del aire acondicionado. !Después de esto, parecía que todo podía ser simplemente más fácil!
¡Pues no ha llovido desde entonces! 5 años, 5 mudanzas, docenas de personas irrepetibles, unas cuantas historias para contar a los nietos, y algunas otras para no contárselas a nadie. Ahora, recién instalada en Madrid, tal y como quería, acabo de conocer a mi primer vecino, el coronavirus. !Apuesto lo que quieras que yo me quedaré más tiempo!
A pesar de todo, siento que el 2020 va a ser un año de gran progreso. Toca crecer desde la adversidad. Y, de nuevo, aprender un poquito más sobre uno mismo. Y aprender un poco más en general. Y exigirse un poco más, que siempre se puede., ¡siempre! Y tal vez soñar algo menos, aunque cueste. Y ejecutar.
Predisposición y ganas.
La Grusky.
Leave a Reply